El crucigrama es un pasatiempo muy difundido. Consiste en varias líneas compuestas de cuadrados en blanco, algunos verticales y otros horizontales, que se cruzan entre sí.
Cada línea debe rellenarse con una palabra, y cada palabra debe ser descubierta a través de las pistas que acompañan al crucigrama.
Al rellenar una de las líneas, se rellenan automáticamente algunos de los cuadrados de las otras líneas que la cruzan, lo que facilita su resolución.
Función
El uso de crucigramas en el aula tiene por objeto desarrollar, entre otras habilidades, la capacidad de estimular la memoria. Al usar el crucigrama, no debemos preocuparnos por la edad apropiada para este tipo de ejercicio.
Se lo puede utilizar desde la educación infantil, ya que el uso de esta herramienta pedagógica enriquece el vocabulario de los alumnos, además de ayudarles a comprender las distintas disciplinas.
El uso de crucigramas se hace en todas las materias, incluidas las matemáticas.
El niño puede reconocer los errores por sí mismo, porque cuando queda algún espacio en blanco, sabe que falta algo para escribir la palabra correctamente.
Los crucigramas, un juego de adivinar palabras en horizontal y vertical, se originaron en el Antiguo Egipto.
Este ejercicio es una forma de entretenimiento para algunas personas, ya que cuando se usan los crucigramas, estos estimulan el razonamiento.
El recurso de utilizar este apoyo pedagógico en el aula de forma lúdica, colabora con el desarrollo de los alumnos en escribir y comprender el significado de las palabras y su ortografía.
El crucigrama tiene varios subsidios importantes que colaboran en el desarrollo del pensamiento y del lenguaje, además de la ortografía y la semántica.
El uso de este juego en las escuelas también favorece y provoca la estimulación cognitiva, así como también ayuda a la comprensión y coordinación y al aprendizaje del significado de las palabras.