La filosofía es una forma de pensar en sí misma. De manera conceptual y abstracta, la filosofía suele respetar un rigor metodológico similar al rigor científico.
Otras veces, se sirve de nuevas perspectivas propias de cada pensador y de cada obra filosófica desarrollada.
Es un hecho que la Filosofía mantenga viva la llama que calienta la búsqueda del conocimiento sin que, la mayoría de las veces, proporcione respuestas listas y acabadas.
La filosofía es, por lo tanto, una actividad que problematiza, es decir, que pone en juego las preguntas, respondiendo a cada pregunta con una nueva, lo que hace que el pensamiento se mantenga siempre en movimiento.
Función
El objetivo de la filosofía es hacer que el pensamiento sea crítico, a través de reflexiones incluso sobre situaciones cotidianas que afectan a la vida de las personas.
El pensamiento filosófico se basa en cuestionar el porqué de las cosas o como son. Además, es capaz de liberar al ser humano, para que aprenda a sacar sus propias conclusiones de las situaciones vividas, y que este no sea fácil de manipular.
¿Para qué sirve?
La filosofía es aquella que es capaz de crear subterfugios y caminos para que el pensamiento siga avanzando, para que la humanidad siga cuestionándose y tratando de comprender el mundo y su propio pensamiento de forma crítica y racional.
La filosofía ofrece herramientas para las ciencias al mismo tiempo que cuestiona la validez de las teorías científicas.
Es la filosofía la que cuestiona las acciones políticas.
También cuestiona la ética y el modo de actuar de los seres humanos. En este punto, la filosofía tiene su utilidad y su importancia en el mundo.
Es la que tiene la capacidad de vencer a la ignorancia a través del pensamiento libre, crítico y autónomo.