Cuando llueve mucho y empieza a relampaguear, mucha gente se preocupa por sacar todos los aparatos de la toma eléctrica con miedo de que se quemen. Pero hay un dispositivo de seguridad capaz de resolver este problema: el fusible.
¿Qué es un fusible?
Un fusible es un dispositivo utilizado para proteger un circuito eléctrico de un cortocircuito (sobrecorriente) y sobrecarga de larga duración.
El fusible es un cuerpo hueco, como un tubo de vidrio o plástico muy pequeño. Dentro contiene un eslabón conductor metálico, hecho de plomo o estaño. El eslabón está conectado a dos cápsulas de metal, ubicadas en los dos extremos.
Partes del fusible
Está compuesto de 5 partes:
- Base: es el soporte de la estructura del fusible
- Puerto fusible: lugar donde se colocan los fusibles
- Anillo de protección: sirve para proteger la rosca de la base, evitando el contacto de esta con el circuito
- Fusible: parte que contiene el eslabón fusible
- Indicador: parte que indica la operación del fusible
El fusible normalmente está en dos lugares en las instalaciones eléctricas de una casa: en el tablero de distribución de energía y junto al reloj medidor. También están presentes en el circuito eléctrico de los aparatos electrónicos y en los automóviles.
¿Cuál es la función de los fusibles?
La función del fusible es hacer un circuito eléctrico seguro. La electricidad puede causar muchos daños y provocar accidentes si no se lo utiliza correctamente.
Los circuitos eléctricos a veces pueden tener cortocircuitos o sobrecargas de energía. Esto puede suceder cuando tormentas eléctricas, por ejemplo.
Un cortocircuito es cuando hay una conexión de baja resistencia entre los polos de un dispositivo eléctrico o electrónico. En términos técnicos, es cuando se produce una reducción grande e inesperada de la capacidad de un circuito eléctrico.
Una sobrecarga es cuando la intensidad de la corriente de un circuito sobrepasa el valor para el cual se ha dimensionado. Es decir, cuando sobrepasa la cantidad de corriente que es capaz de soportar.
Estos cambios eléctricos pueden causar daños a los equipos eléctricos e incluso incendios. Es por estos peligros que se utilizan los fusibles.
Cuando la corriente eléctrica alcanza una intensidad mayor que el límite del fusible, la aleación se calienta y se funde. De esta forma se interrumpe el paso de la cadena, y el circuito se apaga.
Por lo tanto, el fusible debe tener una capacidad bien dimensionada. Si la carga es mayor que la capacidad del fusible, puede quemar el cableado del circuito y los aparatos conectados a él. Y en ese caso también hay riesgo de incendio.
Características del fusible
- Corriente nominal: es el valor de la corriente que el fusible aguanta sin fundirse. Este valor normalmente está indicado en el cuerpo del fusible.
- Corriente de ruptura: es el mayor valor de una corriente que el fusible tiene capacidad para interrumpir.
- Corriente convencional de actuación: es el valor exacto de una corriente que hace que el fusible actúe en un tiempo definido.
- Curva característica: es la presentación de la relación entre el tiempo necesario de la interrupción debido a la corriente. Esta curva determina si el fusible es rápido o retardado, dependiendo del tiempo de actuación.
- Eslabón fusible: el eslabón del fusible se puede hacer de plomo o estaño. El plomo se funde a 327ºC y el estaño a 232ºC.
La velocidad de acción del fusible depende del material utilizado en la fabricación. Esto es porque el tiempo que tarda en fusionarse es proporcional al cuadrado de la corriente aplicada y de la inercia térmica del material del eslabón.
Esta velocidad puede ser muy rápida, rápida, media, lenta o muy lenta.