Las imágenes tienen un enorme potencial gracias a su lenguaje, que puede entenderse en cualquier lugar. Con la globalización, que la tecnología ha favorecido y fomentado, existe un sistema de producción industrial de información y publicidad centrado en la imagen, que busca, por un lado, presentar acontecimientos e informar, pero, por otro lado, seducir, argumentar y convencer.
Al ser polisémica, la imagen puede tener varias funciones según las distintas interpretaciones.
Funciones
Función informativa o referencial
La imagen proporciona información concreta sobre acontecimientos y elementos de la realidad. Es un testigo de esa realidad, como ocurre con los retratos y las fotos en los reportajes de los medios de comunicación; o puede presentar un universo imaginario, como ocurre con las pinturas o las imágenes de ficción.
Algunos prefieren hablar de función representativa, ya que la imagen imita una realidad, tratando de mostrarla lo más objetivamente posible, como en el arte figurativo.
Función explicativa
La imagen pretende explicar la realidad mediante la superposición de datos. Esto es lo que ocurre en las ilustraciones que ayudan a explicar los textos o en los diagramas que ayudan a explicar gráficamente un proceso o una relación.
Puede llamarse función descriptiva ya que la imagen contribuye a presentar la realidad con detalle (persona, paisaje, etc.). Mientras que las funciones informativa y representativa son sintéticas, las funciones descriptiva y explicativa son analíticas.
Función argumentativa
La imagen busca influir en el comportamiento, persuadir, convencer, convirtiéndose en una herramienta importante en la publicidad y la propaganda.
Al centrarse en el receptor y tener la intención de influir en él, esta función se une a la función conativa o apelativa del lenguaje, que trata de exhortar, suscitar o provocar estímulos, promover, cambiar comportamientos.
Función crítica
La imagen no sólo informa, sino que pretende revelar y denunciar situaciones. Puede ser reveladora de una realidad o un proceso, señalando caminos, o puede ser acusadora para alertar a las conciencias. Las caricaturas y los dibujos humorísticos tienen esta función crítica.
Función estética
La imagen busca la satisfacción y el placer de la belleza, valorando las repeticiones, alternancias o contrastes de los elementos que la configuran, como las líneas, las formas, el color, la luz, etc.
Función simbólica
La imagen se orienta hacia significados superpuestos a la propia realidad (como ocurre con las banderas, las imágenes convencionales como el corazón con una flecha, etc.)
Función narrativa
La imagen cuenta historias, escenas, acciones (como ocurre en los frescos, los cómics, las películas, etc.).
Función expresiva
La imagen transmite sentimientos, emociones y valores del autor o de lo que representa (expresiones faciales, posturas corporales, perspectivas de encuadre, juego de luces, relación con el escenario, etc.).
Función lúdica
La imagen está orientada al juego, al entretenimiento, incluyendo el humor, la caricatura, etc.
Función metalingüística
La imagen presenta código visual, como ocurre con el uso de modelos para representar algo o con los autorretratos en los que el artista se representa a sí mismo, pintando.