Los senos paranasales son espacios llenos de aire ubicados en el interior de los huesos del cráneo y la cara, que se comunican con la cavidad nasal.
Los senos paranasales se desarrollan en el embrión a partir de los recesos de la pituitaria (mucosa nasal). Inicialmente la comunicación es amplia y el ostium se estrecha con el desarrollo.
Al nacer existen solo los senos maxilares y etmoidales. Tanto estos como los demás se van desarrollando con el crecimiento.
Funciones de los senos paranasales
Su función sigue siendo una cuestión intrigante de la evolución e innumerables críticas se han hecho a las hipótesis sobre el significado y la función de los senos paranasales. Sin embargo, algunas de las funciones son:
- Disminuir el peso de la parte frontal del cráneo, especialmente de los huesos de la cara. La forma del hueso facial es importante, como un punto de origen y de inserción para los músculos de la expresión facial.
- Aumentar la resonancia de la voz.
- Proteger las estructuras intraorales e intracraneales en caso de traumas, absorbiendo parte del impacto o algún choque.
- Contribuye a la secreción de los mocos.
- Humedece y calienta el aire inhalado.
- Equilibran la presión en la cavidad nasal durante las variaciones barométricas (estornudos y cambios bruscos de altitud).
Estructura
Los senos paranasales son cavidades aireadas y revestidas por mucosa del tipo respiratorio ciliado localizadas en los huesos que se encuentran alrededor de las fosas nasales, comunicándose con estas a través de canales y del ostium.
Se pueden clasificar en anteriores (maxilar, frontal y etmoidal anterior que se comunican con el meato medio) y posteriores (etmoidal posterior y esfenoidal que se ramifican al nivel del meato superior). En el meato inferior se abre el conducto nasolagrimal.