El sistema linfático es una red compleja de órganos linfoides, linfonodos, conductos linfáticos, tejidos linfáticos, capilares linfáticos y vasos linfáticos que producen y transportan el fluido linfático (linfa) de los tejidos al sistema circulatorio.
Es decir, está constituido por una vasta red de vasos semejantes a las venas (vasos linfáticos), que se distribuyen por todo el cuerpo y recogen el líquido tisular que no regresó a los capilares sanguíneos, filtrándolo y reconduciendo a la circulación sanguínea.
El sistema linfático también es un componente importante del sistema inmunológico, pues colabora con glóbulos blancos para protección contra bacterias y virus invasores.
El estudio del sistema linfático en la sala de disección no es muy satisfactorio porque la tenuidad de las paredes de los vasos y su pequeño tamaño hacen que sean indistinguibles de los tejidos vecinos.
La mayor parte de la información sobre el sistema linfático ha sido obtenida por estudios en laboratorios, con inyección de masa coloreada dentro de vasos muy pequeños.
La inyección en grandes vasos no presenta un resultado satisfactorio para el estudio del sistema linfático debido a la presencia de numerosas válvulas.
Funciones
Tiene tres funciones que están interrelacionadas:
- Eliminación de los fluidos en exceso de los tejidos corporales.
- Absorción de los ácidos grasos y transporte posterior de la grasa al sistema circulatorio.
- Producción de células inmunes (como linfocitos, monocitos y células productoras de anticuerpos conocidos como plasmacitos).
- Los vasos linfáticos tienen la función de drenar el exceso de líquido que sale de la sangre y llevan a las células. Este exceso de líquido, que circula en los vasos linfáticos y que es devuelto a la sangre, se lo llama linfa.