El tejido muscular está relacionado con la locomoción y otros movimientos del cuerpo. Entre sus principales características están: excitabilidad, contractilidad, extensibilidad y elasticidad.
Los músculos representan el 40% de la masa corporal. Por eso, en muchos animales el tejido muscular es el más abundante.
Las células del tejido muscular se alargan y reciben el nombre de fibras musculares o miocitos. Son ricas en dos proteínas: actina y miosina.
En el estudio del tejido muscular, sus elementos estructurales reciben una denominación diferenciada. Estas son:
- Célula = fibra muscular
- Membrana plasmática = sarcolema
- Citoplasma = sarcoplasma
- Retículo endoplasmático liso = retículo sarcoplasmático
Funciones del tejido muscular
- Movimiento del cuerpo
- Estabilización y postura
- Regulación del volumen de los órganos
- Producción de calor
El tejido muscular se clasifica en tres tipos: estriado esquelético, estriado cardíaco y liso (no estriado).
Características generales
Los tejidos de origen mesodérmico (al igual que los conectivos) están constituidos por células de formato generalmente alargado, denominadas fibras. También se las puede llamar miocardio (células musculares).
Estas células tienen como característica más evidente la capacidad de contraerse, ya que presenta en su citoplasma muchas fibras proteicas contráctiles, llamadas miofibrillas, principalmente de actina y miosina, estas más gruesas que las primeras.
Las fibras de actina pueden desplazarse sobre las de miosina resultando en el acortamiento de la célula muscular, ya que para que ello ocurra es necesario energía e iones Ca+2.
Normalmente también es necesario que haya estímulo nervioso, que le envía a los miocitos la señal para que se contraigan (excepto en el caso de las células del músculo cardíaco).