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Función del Tribunal del Santo Oficio

tribunal del santo oficio

El Tribunal del Santo Oficio, también conocido como la Inquisición, era una institución judicial de la Iglesia católica cuyo objetivo era perseguir y castigar a aquellos que se consideraban herejes o blasfemos.

Esta institución fue creada en el siglo XIII y operó en diferentes países europeos hasta su disolución en el siglo XIX.

Durante su existencia, el Tribunal del Santo Oficio llevó a cabo numerosos juicios y ejecuciones de personas acusadas de herejía o blasfemia, lo que le valió una mala reputación por su falta de tolerancia y su afán de persecución.

Función

La función principal del Tribunal del Santo Oficio era perseguir y castigar a aquellos que se consideraban herejes o blasfemos.

Esto incluía a personas que se consideraban opositores a la fe católica, como protestantes y judíos, así como aquellos que se consideraban herejes dentro de la propia Iglesia católica.

El Tribunal del Santo Oficio llevaba a cabo juicios y ejecuciones de personas acusadas de herejía o blasfemia, y tenía un gran poder y autoridad en la sociedad de la época.

Además, también tenía la función de supervisar la ortodoxia de la fe católica en general, y de velar por su correcta enseñanza y práctica.